Anticuerpos primarios

Anticuerpos policlonales

Los anticuerpos policlonales se generan inyectando a un animal un antígeno de interés. Después de varias semanas, se recoge el suero del animal, que puede utilizarse directamente o ser sometido a otra purificación para aislar los anticuerpos. Los anticuerpos policlonales suelen reconocer múltiples epítopos, lo que los hace más tolerantes a pequeños cambios en la naturaleza del antígeno. 

Anticuerpos monoclonales

Los anticuerpos monoclonales son una población homogénea de anticuerpos producida en el laboratorio por la fusión de células B con cultivos de células inmortales para producir hibridomas que pueden generar muchas copias exactas del mismo anticuerpo. Reconocen epítopos muy específicos y únicos con una fuerte afinidad y una probabilidad reducida de reactividad cruzada. 

Anticuerpos recombinantes

Los anticuerpos recombinantes son anticuerpos monoclonales producidos por clonación de genes de anticuerpos en vectores de expresión, sin el uso de hibridomas. Estos anticuerpos pueden ser clonados de cualquier especie usando los cebadores oligonucleótidos adecuados. Esta tecnología ayuda a evitar problemas como la desviación de la línea celular y las mutaciones asociadas con la producción clásica mediante hibridoma. 

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Ventajas e inconvenientes de los distintos tipos de anticuerpos primarios

Anticuerpos primarios conjugados

Los anticuerpos primarios conjugados suelen utilizarse para la amplificación y la detección de la señal sin utilizar un anticuerpo secundario. Un anticuerpo monoclonal o policlonal primario puede conjugarse directamente con fluoróforos, enzimas o biotina. Diferentes conjugados de anticuerpos presentan diferentes estabilidades y requieren amortiguadores y condiciones de conservación específicos para mantener su máxima actividad a lo largo del tiempo.  

Áreas de investigación con anticuerpos primarios

Anticuerpos primarios para la investigación del cáncer

Los anticuerpos primarios que detectan proteínas anómalas y antígenos asociados a tumores son herramientas valiosas en la investigación del cáncer. Algunos anticuerpos primarios se usan para bloquear las vías oncogénicas, estimular la citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC) y activar la citotoxicidad dependiente del complemento. Estos anticuerpos son cruciales para estudiar marcadores tumorales, supresores tumorales, invasión, metástasis, autofagia, apoptosis y angiogénesis, ofreciendo información sobre varios aspectos de la biología y el tratamiento del cáncer. 

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Anticuerpos primarios para investigación en neurociencia

Los anticuerpos primarios desempeñan un papel vital en el estudio de la fisiología y la patología del sistema nervioso, al permitir a los investigadores identificar y analizar proteínas y marcadores celulares específicos. Son esenciales para la investigación de la biología de la sinapsis, así como para comprender enfermedades neurodegenerativas como la de Alzheimer y la de Parkinson. Además, estos anticuerpos ayudan a explorar la neuroinflamación, que es un factor clave en varios trastornos neurológicos. 

Anticuerpos primarios para investigación en epigenética 

Los anticuerpos primarios también pueden contribuir a explorar los procesos epigenéticos que activan y desactivan los genes. La metilación del ADN y la modificación postraduccional de las histonas se cuentan entre los principales factores epigenéticos.

Aplicaciones de los anticuerpos primarios

Los anticuerpos primarios son herramientas esenciales en una variedad de técnicas de laboratorio utilizadas para estudiar las proteínas y sus interacciones. Permiten la detección, cuantificación y análisis precisos de proteínas específicas mediante diferentes técnicas experimentales, tales como:

• ELISA: técnica de análisis en placa diseñada para detectar y cuantificar sustancias solubles. Combina la especificidad de los anticuerpos con la sensibilidad de los análisis enzimáticos simples.  
• Inmunoelectrotransferencia (WB): detecta moléculas proteicas específicas dentro de una mezcla de proteínas.  
• Inmunocitoquímica: para la visualización de proteínas u otros antígenos en las células utilizando anticuerpos que reconocen de manera específica el objetivo de interés. 
• Inmunohistoquímica: identifica selectivamente antígenos (proteínas) en las células de un corte de tejido. 
• Inmunoprecipitación : precipita un antígeno proteico fuera de la disolución usando un anticuerpo que se une específicamente a esa proteína. Esta técnica aísla y concentra una proteína de una muestra que contiene muchos miles de proteínas diferentes. 
• Citometría de flujo: detecta y mide las características físicas y químicas de una población de células. Los patrones de dispersión de la luz se utilizan para determinar el tamaño y la complejidad intracelular de las células. 
• Ensayo de unión por afinidad: mide la fuerza de la interacción de unión entre un único antígeno y un anticuerpo. Un número menor indica una afinidad de enlace mayor.